Cuatro datos

Después de 22 años en Radio Euskadi, estreno nueva vida en el Grupo Noticias y, en el mismo viaje, también este blog. Es el último en el sentido cronológico -hay varias bitácoras a la deriva con mi huella-, pero también en su acepción de definitvo. Claro que eso es sólo una declaración de intenciones. También dije en su día que no inauguraría el primero, que jamás me dejaría ver en Facebook o que no corría riesgo de que me dieran el Premio Ondas.

Queda demostrado que soy un profeta fatal. Tenerlo en cuenta os ayudará a quitar importancia a cualquier cosa que veáis escrita en este rincón de la nada. Por muy rotundo o vehemente que me ponga, siempre habrá una invisible nota a pie de página que aclare que la validez de lo expuesto es equiparable a las ofertas de un folleto caducado del híper. Ni siquiera puedo asegurar que, pasado un tiempo, mantenga lo dicho. Podéis pensar que soy mobile qual piuma al vento, pero hay una explicación más sencilla: he estado equivocado el suficiente número de veces como para hacer estadísticamente probable una cantada más. Y sí, también está la perspectiva que dan los años y la sana costumbre de escuchar a quienes opinan de otro modo, seguramente, mi vicio favorito.

Todo eso es aplicable al material que dará sentido a este blog, donde encontraréis, aparte de mis devaneos mentales, fragmentos de mis colaboraciones en Público, Deia, Noticias de Navarra, Noticias de Gipuzkoa y Noticias de Álava. Sin duda, vuestros comentarios redondearán el resultado.